La fórmula del acto heroico:
Oh santa y adorable Trinidad, deseando cooperar en la liberación de las almas en el purgatorio, y para testificar mi devoción a la Santísima Virgen María, cedo y renuncio en favor de esas santas almas toda la parte satisfactoria de mis obras, y todos los sufragios que puedan dárseme después de mi muerte, y las encomiendo enteramente en las manos de la Santísima Virgen, para que pueda aplicarlas según le plazca a esas almas de los fieles difuntos que desea librar de sus sufrimientos. Dígnate, Dios mío, aceptar y bendecir esta ofrenda que hago para ti en este momento. Amén.
